Construida y mantenida por personas apasionadas por la música,
Carrozza Custom Guitars
es la materialización de un sueño.
Un sueño del propietario y creador del proyecto, Alexandre Carrozza, de traer al mercado nacional e internacional de guitarras el más alto estándar de calidad que se puede alcanzar en un instrumento brasileño.
La fábrica se encuentra en la ciudad de Jaú, en el interior del estado de São Paulo, y ya suma una trayectoria de más de 10 años de éxito.
NUESTRA HISTORIA
EL INICIO DE UN SUEÑO
Todo comenzó en 1988, ya tocaba y practicaba mucho el instrumento, cuando un día el coche en el que viajaba sufrió un impacto, haciendo que el mástil de mi "Les Paul Gianinni" se separara del cuerpo.
Mi padre logró pegar el mástil de la guitarra que me había costado tanto comprar, pero poco tiempo después todo volvió a romperse, lo que me hizo buscar al legendario luthier "Tiguez", quien me inspiró con el trabajo fascinante que hacía, despertando en mí las ganas de ser también un luthier.
Intenté hacer lo mismo en otras guitarras que tenía, pero la falta de experiencia no me ayudó mucho, lo que me hizo regresar al luthier que tanto admiraba.
Esta vez presté aún más atención a su trabajo, lo que dio resultado, pues en 1992 logré hacer mi primer trabajo remunerado. En los años siguientes, me enfoqué en una banda de baile con la que tocaba los fines de semana, y después de eso fui a conocer y vivir en París, donde estuve hasta 1995.
A mi regreso, en 1997, conocí al gran Wander Taffo y por su recomendación me matriculé en el IGT en São Paulo, donde tomé clases con Marcio Okayama y Wanderson Bersani.
Conocí las guitarras de Taffo, una “Rand” y marcas como “Fender” y “Gibson” que me hicieron ver que existían guitarras con rendimientos aún mejores que las que conocía hasta entonces.
En el año 2000, ya con mi propio estudio, desarrollé mi primera guitarra, iniciando así mi camino en la fabricación de instrumentos. Todo esto comenzó cuando una guitarra que estaba reparando se partió por la mitad, lo que me llevó a buscar la ayuda de Roberto Santana, quien era mi recurso cada vez que un arreglo era más difícil de hacer.
Roberto fue quien dio el impulso a mi vida como fabricante de instrumentos, ya que me alentaba a hacer yo mismo los arreglos que hasta entonces le pasaba a él. Con la ayuda de otros cuatro amigos, compré la primera máquina para fabricar instrumentos, y con el tiempo logré perfeccionar mi trabajo hasta poder concluir mi propia guitarra y, posteriormente, comenzar mi fábrica.
A partir de 2010, en un período de cinco años, una sucesión de acontecimientos: la fábrica empezó a tomar forma, entraron dos nuevas CNC en el proceso de fabricación y finalmente ocurrió mi primera exportación. Al final de este período, cambié la fábrica nuevamente, reemplazando dos máquinas viejas por nuevas. Con esto, nuestra productividad aumentó y comenzamos nuestro primer pedido de Wood Guitars.
De ahí en adelante, una secuencia de altibajos: en 2014, sufrimos una inundación que casi redujo la fábrica a nada, pero logramos levantarnos y en 2015 fuimos a California (EE.UU.) para exponer nuestros productos en la "Namm Show-Winter", lo que generó nuevas oportunidades de negocio. Pero poco después, en 2015, una segunda inundación nos sorprendió, y esta vez, realmente no nos dejó otra opción más que empezar de nuevo.
Después de este reinicio, en 2016, ahora entregando un nivel aún mejor, volvimos a Estados Unidos para participar nuevamente en la "Naam", y nuestra trayectoria, junto con la calidad de nuestros productos, llamó la atención y nuevamente regresamos renovados para continuar nuestra historia.
Después de esta inyección de ánimo, con la intención de estrechar los lazos con nuestro público, creamos la "Vila do Som", donde fabricamos herramientas para luthiers, kits de cuerpos y mástiles. Después de eso, en 2018 y 2019 participamos en la Music Show y actualmente vivimos uno de los mejores momentos
de la historia de Carrozza Custom Guitars.
ALEXANDRE CARROZZA